Innovación y tradición en cada bocado
Conócenos mejor
Nuestra historia tiene sus raíces en Ourense, donde nuestros padres llegaron desde Santiago para trabajar como encargados en la Confitería Ramos. Durante una década, contribuyeron al éxito de ese establecimiento en la esquina de la calle Paseo, en el Parque de San Lázaro. Tras esa etapa, decidieron dar un paso más y emprender su propio camino en el mundo de la confitería. Así nació Confitería Miguel, hace más de medio siglo.
Desde entonces, hemos sido parte integral de este negocio familiar. Desde nuestros primeros años, hemos aprendido los secretos y la pasión por elaborar cada producto de forma artesanal. Mantenemos viva la tradición de ofrecer productos de la más alta calidad, elaborados con esmero y dedicación.
A lo largo de los años, hemos sido afortunados de contar con empleados que han sido parte fundamental de nuestra historia. Algunos han estado con nosotros durante décadas, formando parte de nuestra familia confitera. Hemos compartido momentos de alegría y éxito, pero también de desafíos y superación. Hemos visto crecer y evolucionar nuestro negocio, adaptándonos a las demandas del mercado y manteniendo siempre nuestros valores y principios.
Hoy en día, Confitería Miguel no solo es un lugar donde se disfruta de exquisitos dulces y pasteles, sino también un punto de encuentro para la comunidad. Tenemos el orgullo de contar con dos tiendas, una de ellas inaugurada el 3 de Marzo de 1973, en la calle Bedoya, que el año pasado celebró su 50º aniversario. Además, en 2011, abrimos una sucursal en la Residencia, en la calle Ramón Puga, para acercar nuestros productos a más personas.
En total, somos un equipo de 15 personas, incluyendo 2 autónomos y 13 empleados, todos comprometidos con mantener viva la esencia y el legado de Confitería Miguel. A medida que miramos hacia el futuro, lo hacemos con gratitud por nuestro pasado y con entusiasmo por todo lo que está por venir.
